La mermelada de fresa es un untado delicioso y versátil que se puede utilizar en una gran variedad de platos dulces y salados. Tanto si vas a preparar un sándwich de PB&J, un lote de scones o un aderezo para el yogur de la mañana, la mermelada casera de fresa es una forma fantástica de disfrutar del sabor de la fruta fresca. Una de las mejores cosas de hacer mermelada en casa es que es increíblemente fácil, y sólo requiere unos pocos ingredientes sencillos.
Una de las recetas más fáciles para hacer mermelada de fresa empieza con fresas frescas. Es importante utilizar las fresas más frescas que encuentres, ya que el sabor de la mermelada mejorará mucho. Necesitarás cinco tazas de fresas despalilladas y cortadas en rodajas, tres tazas de azúcar granulada y una cucharada de zumo de limón. En una olla grande, mezcla las fresas, el azúcar y el zumo de limón, y cocina a fuego medio-alto durante unos 15 minutos, removiendo constantemente. Las fresas soltarán su jugo y se convertirán en una mezcla de jarabe. Una vez que la mezcla haya espesado hasta la consistencia deseada (esto puede tardar entre 10 y 20 minutos), estará lista para colocarla en tarros esterilizados y refrigerarla.
La Compra Venta Popular pero la Mermelada Casera es Superior
Hoy en día, se puede encontrar mermelada de fresa en cualquier tienda de comestibles, pero la casera siempre sabe mejor. La razón es que las versiones comerciales suelen prepararse con un proceso más refinado que no permite que la fruta exprese todos sus sabores. Cuando las fresas se cuecen demasiado o a una temperatura demasiado alta, pueden perder su sabor único y convertirse simplemente en otra conserva excesivamente dulce. La mermelada casera, en cambio, se elabora con un número mínimo de ingredientes y se deja cocer suavemente. Además, algunas mermeladas de supermercado contienen espesantes y conservantes que pueden alterar el sabor general.
Un condimento versátil
La mermelada de fresa puede utilizarse en una gran variedad de platos, desde sencillos bocadillos hasta tortitas caseras. Tómala untada en tostadas por la mañana para empezar el día con un toque dulce, úsala como relleno de scones o bollos daneses, o añade una cucharada a tu yogur. También es un complemento excelente para las tablas de queso, especialmente cuando se combina con un queso suave o semi-duro como el Brie, el de cabra o el Camembert. Para quienes les gusta experimentar con la cocina, la mermelada de fresa aporta un sabor único cuando se añade a aliños para ensaladas, platos de arroz o salteados. También puedes utilizarla como glaseado para carnes, pescados o verduras asadas.
Disfruta de la increíble explosión de sabor y nutrientes
Las fresas frescas son deliciosas y se sabe que están repletas de vitaminas y antioxidantes. Conservarlas en forma de mermelada casera te permite mantener todas sus propiedades. Esta deliciosa mermelada dulce aporta una cantidad significativa de vitaminas y minerales, como las vitaminas C, K, magnesio, potasio y fibra. Cuando se utiliza con moderación, es un condimento muy sano, sin gluten y adecuado para la mayoría de las dietas, incluidas las veganas y vegetarianas.
Hacer mermelada casera de fresa puede ser divertido y gratificante
Hacer tu propia mermelada de fresa es una actividad divertida y gratificante que puedes compartir con tus amigos y familiares. Es asombroso ver cómo todas las bayas se transforman lentamente en una colorida y deliciosa pasta que hace la boca agua. Es un regalo perfecto para cualquier anfitriona y se puede almacenar durante varios meses, ahorrándote tiempo y dinero. Tanto si eres nuevo en la cocina como un chef experimentado, la mermelada de fresa es una gran receta para tener en tu colección. Con los ingredientes adecuados y la técnica correcta, puedes hacer una deliciosa mermelada casera de fresa que encantará a todo el mundo. Así que prepárate para disfrutar de la explosión de sabor más fresca que jamás hayas experimentado con una mermelada de fresa casera.